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Escuelas de BCN ofrecen talleres sobre nuevas tecnologías para las familias

No todos los padres tienen las mismas oportunidades, ya sea por tiempo libre o por conocimientos, de ayudar a sus hijos con los deberes. Unos niños que a diferencia de sus progenitores han nacido en una época donde los ordenadores son omnipresentes. Y mientras algunos adultos no saben ni encenderlo, otros, pese a tener nociones de informática, desconocen las herramientas para asegurarse de que sus hijos hacen un buen uso de internet. Para estos dos casos en especial, el ayuntamiento de Barcelona inició hace dos años unos talleres gratuitos en escuelas de Sant Martí. Tras una experiencia positiva, ahora han empezado en Sants-Montjuïc, Sant Andreu y Nou Barris; en abril llegará a Horta-Guinardó y posteriormente se extenderá a toda la ciudad."La idea nació después de observar que entre determinada tipología de familias había problemas de comunicación con los hijos, sobre todo adolescentes, porque hablan lenguajes distintos. Se trata de evitar esta fractura digital acercándoles la red", explica la concejala de Educación, Montserrat Ballarín. Y ese es el motivo que ha llevado a la mayoría de padres a inscribirse a estos talleres, que ya suman unos 200 matriculados, de momento, repartidos en 11 centros.Los primeros en hacerlo y en comenzar la formación, de un total de 10 horas, han sido 15 familiares de alumnos del CEIP Can Clos, una barriada humilde y aislada de Sants-Montjuïc donde predomina el analfabetismo funcional, según explica la directora del centro, Assumpta Bosch, quien remarca que estas clases, sobre todo, "potencian la autoestima de las familias, habitualmente muy baja, al ver que pueden ayudar a sus hijos".Entre los alumnos, con mayoría aplastante de mujeres, un abuelo, Fernando Daza, reconoce haber descubierto en el taller palabras como google, buscador o navegar. "No las había oído en mi vida. Me parece muy interesante este mundo. Creo que será mi nieto (de 11 años) el que me ayudará a mí", explicaba hace unos días en la que era su cuarta clase mientras se peleaba con el teclado. Junto a él y compartiendo ordenador (el centro dispone de una decena), Cristina Benesiu, madre de tres niños de 2, 4 y 9 años. "Vengo por la mayor, porque me está pidiendo uno. Lo quiere para chatear, como ya hace en casa de su padre, pero he de estar segura de que voy a poder evitar riesgos", cuenta.Precisamente, porque la mayoría de estos familiares que tienen ordenador en casa, los menos, explican que básicamente lo utilizan para jugar y chatear y no para hacer deberes, la profesora del curso, Lorena Ferre, está centrando las clases de este grupo en explicarles la importancia del control: "Son nociones muy básicas, como enseñarles a mirar el historial de las páginas en las que han entrado o saber con quién tienen contacto".Pero es más de lo que sabían cuando empezaron y ya les ha acercado a los más pequeños.